Los avances del programa nuclear argentino

Desde sus orígenes el programa nuclear argentino se orientó a promover la capacidad creativa, de diseño y de innovación tecnológica que le permitiera alcanzar la máxima autonomía de realización en materia de energía nuclear. Es así como mediante los trabajos de radioisótopos y el uso y producción de fuentes de radiación se posibilitó que la sociedad tuviera acceso a una de las tecnologías más avanzadas de la medicina y al mismo tiempo se proveyó de una herramienta de gran importancia para encarar y resolver aspectos esenciales de la actividad agropecuaria, de la ingeniería, de la industria y de la protección del medio ambiente.

Simultáneamente, la formación científica tecnológica alcanzada permitió lograr un avance continuado en distintas realizaciones tecnológicas capaces de dotar al país de los medios necesarios para la producción de energía nucleoeléctrica. La capacidad lograda en el campo del ciclo de combustible, en la producción de agua pesada como refrigerante de los reactores de potencia nucleoeléctrica o en materia de enriquecimiento de uranio, pone de manifiesto la importancia de la tecnología generada. Asimismo, es digno de mención el progreso en materia de arquitectura e ingeniería industrial, lo que está permitiendo la conclusión de Atucha II y permitirá la construcción de futuras centrales con un incremento cada vez más significativo de participación nacional.

La formación de recursos humanos fue otro capítulo fundamental. La historia fue rica en física desde principios del siglo XX en las Universidades de La Plata y de Buenos Aires y desde 1950 en lo que es hoy el Instituto Balseiro. Uno de los aspecto más revolucionarios fue posibilitar que los científicos puedan desarrollar en forma paralela actividades de investigación y de formación. El fenómeno de Bariloche muestra un complejo científico técnico de características únicas que se expande con resultados extraordinarios.

Las innovaciones científicas, los desarrollos tecnológicos y la promoción de un industria auxiliar de un elevado nivel de calidad constituyen aspectos fundamentales del programa nuclear argentino. La estrategia plasmada fue potenciada por una excepcional continuidad. Se pudo amalgamar la ciencia con la tecnología logrando cerrar un triangulo en cuyo vértice se encuentra la aplicación al proceso productivo de los avances científicos y tecnológicos.

Estas circunstancias posibilitaron que la Argentina se encuentre ubicada en una situación preferencial en el mundo técnico industrial y se haya convertido en un proveedor confiable de tecnología nuclear y en un país responsable en el mercado externo al exigir el pleno respeto al sistema de salvaguardias totales del Organismo Internacional de Energía Atómica y al cumplimiento de las obligaciones contraídas en el Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares.

Las ventas de reactores de investigación nuclear a Argelia, Australia, Egipto y Perú, entre otras actividades en las que estuvieron involucradas las exportaciones argentinas en materia nuclear, ponen de manifiesto una industria dinámica y con crecientes posibilidades en el mercado externo.

También se realizó un intenso trabajo en el tema de la formación de los recursos humanos e industriales, actuando en forma abierta y transparente con los clientes para hacer participar en forma efectiva a la industria y a los profesionales del país que recibe la tecnología argentina. Este comportamiento permitió que gran cantidad de Estados miren con creciente interés el esquema de transferencia de tecnología que ofrece la Argentina y que es desarrollado en concordancia con el Organismo Internacional de Energía Atómica y en muchos casos a pedido del mismo organismo.

El papel de proveedor responsable de tecnología ubicó a la Argentina como uno de los países abanderados de la no proliferación y de la seguridad nuclear. Se produjeron numerosas contribuciones en ese sentido de particular significación. Un caso concreto fue la reducción del uso de uranio altamente enriquecido en sus reactores de investigación, siendo además el primero que basa la producción de radioisótopos en uranio de bajo enriquecimiento.

La próxima conclusión de Atucha II ubicará a la Argentina en una nueva fase de su capacidad nacional y de su proyección externa. En un futuro no muy lejano el país podrá incorporar a la oferta exportadora actual la de los reactores nucleoeléctrico. Eso significará, entre otras cosas, el ingreso a una nueva liga en la actividad nuclear.

La actividad de la energía nuclear en la Argentina está en su apogeo y con la capacidad de aprovechar beneficios para sus necesidades propias como de ser un activo participante de un comercio que se ampliará internacionalmente en forma geométrica.

 



[Facebook] [Google]

Tags: , , , , ,

E-mail | Permalink | Trackback | Post RSSRSS comment feed 0 Responses

Añadir comentario




  Country flag

biuquote
  • Comentario
  • Vista previa
Loading